Los avances en el mundo de la implantología se suceden a un ritmo vertiginoso. Lo que hace unos años era una osadía o un procedimiento arriesgado, hoy día se realiza de modo casi rutinario
En el campo de la cirugía, cada vez son más frecuentes los pacientes que se colocan implantes sin tener que levantarles la encía. Esta técnica, denominada en el argot dental como cirugía sin colgajo, reduce enormemente el malestar portquirúrgico. Los pacientes apenas sufren inflamación o edema de los tejidos y el dolor es prácticamente inexistente. Para ello, el cirujano debe realizar una cuidadosa planificación del caso y contar con la ayuda de tomografías 3D que le permiten saber, sin abrir la encía, las dimensiones en los 3 ejes del espacio del hueso en el que colocar los implantes. Una cirugía de implantes de este tipo no debe realizarse sin contar con este indispensable medio diagnóstico. No hay forma de saber las dimensiones óseas sin tener un TAC o escaner del hueso maxilar.
Del mismo modo, cada vez es más rutinaria la realización de estructuras, tanto para prótesis sobre un implante como para todo un maxilar, diseñadas y confeccionadas por ordenador (las llamadas estructuras CAD-CAM). El uso de estos sistemas mejora los ajustes de las prótesis sobre los implantes, lo cual reduce el número de complicaciones a medio y largo plazo de las mismas (fractura de componentes, aflojamiento de tornillos,…).
La existencia de estas técnicas para cirugía y prótesis que disminuyen el número de visitas y facilitan la labor del odontólogo aumentando así la comodidad de los pacientes no implica que todos los casos puedan ser tratados del mismo modo. Existen maxilares, en los que sus características impiden la realización de cirugías sin colgajo y prótesis en las que, por su simplicidad, no se considera necesario la utilización de estructuras CAD-CAM. Sin embargo, su existencia, en los casos en que es indicada, es un arma con la que contamos con el fin de mejorar la calidad y comodidad de nuestros tratamientos sobre implantes.